Responsabilidad de los administradores de sociedades
29 oct 2024

La figura del administrador de una sociedad conlleva importantes responsabilidades y obligaciones. Aunque en muchos casos el desempeño de este rol pasa desapercibido cuando la empresa marcha bien, es en los momentos de crisis cuando se pone a prueba la verdadera dimensión de la responsabilidad que asumen los administradores. En este artículo, analizaremos qué ocurre si las cosas van mal y cómo pueden los administradores enfrentarse a posibles demandas de socios o acreedores.

Obligaciones legales de los administradores
El administrador de una sociedad tiene el deber de gestionar la empresa de manera diligente, en interés de la sociedad y de sus socios. Este deber se traduce en varias obligaciones, como:
1. Obligación de diligencia: Los administradores deben actuar con el mismo nivel de diligencia que se espera de un empresario prudente y con la debida información. No se les exige perfección, pero sí que actúen de forma informada y razonable en las decisiones que tomen.
2. Deber de lealtad: Implica que los administradores deben actuar siempre en el mejor interés de la empresa y de sus socios, evitando situaciones de conflicto de interés o beneficiarse de manera personal a costa de la sociedad.
3. Responsabilidad por deudas sociales: Los administradores pueden llegar a ser responsables de las deudas de la sociedad cuando no cumplan con sus obligaciones de manera correcta, especialmente si no toman las medidas necesarias cuando la empresa entra en una situación de insolvencia.
4. Cumplimiento normativo: Deben asegurarse de que la empresa cumpla con todas las normativas aplicables, desde la legislación laboral hasta las regulaciones fiscales y medioambientales. No cumplir con estas normativas puede derivar en sanciones y multas, y los administradores pueden ser responsables si se demuestra negligencia o mala fe.

¿Qué sucede si las cosas no van bien?
Cuando una empresa atraviesa dificultades económicas, la actuación de los administradores es fundamental. Si los administradores no toman las decisiones adecuadas o no actúan a tiempo, podrían enfrentarse a demandas tanto de los socios como de los acreedores.
1. Acciones de responsabilidad de los socios: Los socios pueden demandar a los administradores si consideran que han tomado decisiones perjudiciales para la sociedad o si han actuado de manera desleal. Las reclamaciones de responsabilidad suelen estar basadas en una mala gestión o en la toma de decisiones que no cumplen con los intereses de la empresa.
2. Demandas de acreedores: En situaciones de insolvencia, los acreedores tienen derecho a reclamar responsabilidades si consideran que los administradores no han actuado de forma diligente. En estos casos, los administradores pueden ser declarados responsables personales de las deudas de la sociedad, especialmente si no han solicitado la disolución de la sociedad cuando la situación lo requería.

La responsabilidad concursal

Uno de los escenarios más delicados para los administradores es cuando la sociedad entra en concurso de acreedores. En esta situación, los administradores deben actuar con extrema cautela. La ley exige que, en el momento en que una empresa sea incapaz de cumplir regularmente con sus obligaciones de pago, los administradores deben solicitar la declaración de concurso voluntario. No hacerlo puede derivar en la responsabilidad concursal, lo que significa que los administradores podrían ser declarados responsables de las deudas de la empresa.
Si se demuestra que los administradores agravaron la situación de insolvencia de manera intencionada o por negligencia, pueden ser inhabilitados para ejercer cargos de administración en otras empresas y ser obligados a asumir las deudas.

¿Cómo evitar las demandas y protegerse?
Para minimizar los riesgos y evitar responsabilidades, los administradores deben actuar de manera proactiva y diligente en todo momento. A continuación, algunas recomendaciones clave:
1. Actuar de manera informada: Es fundamental que los administradores tomen decisiones basadas en la mejor información disponible y con el asesoramiento adecuado. Esto les ayudará a demostrar que han actuado con la diligencia debida, incluso en situaciones difíciles.
2. Mantener una buena comunicación con los socios: La transparencia es clave para evitar conflictos con los socios. Informarles de la situación real de la empresa y justificar las decisiones que se toman puede ayudar a prevenir demandas por responsabilidad.
3. Solicitar el concurso de acreedores a tiempo: En caso de insolvencia, es crucial que los administradores no esperen demasiado antes de actuar. Solicitar el concurso voluntario a tiempo puede evitar que los acreedores los demanden por agravamiento de la situación.
4. Contar con un buen equipo legal y financiero: Tener el apoyo de asesores expertos es esencial para garantizar que todas las decisiones se tomen dentro del marco legal y que se minimicen los riesgos de responsabilidad.

Conclusión
El rol de administrador de una sociedad conlleva grandes responsabilidades, que se ponen de manifiesto especialmente en tiempos de crisis. Actuar con diligencia, cumplir con las obligaciones legales y mantener una comunicación clara con socios y acreedores son claves para evitar problemas legales y protegerse frente a posibles demandas.
En Dr. Frühbeck Abogados, contamos con un equipo especializado en derecho mercantil que puede asesorar a los administradores en el cumplimiento de sus obligaciones y en la mejor manera de gestionar situaciones de crisis. Si te preocupa tu responsabilidad como administrador, no dudes en contactarnos.